Bienvenid@s

El Movimiento Nacional y Popular se amalgamó con el peronismo: hombres, mujeres, clase obrera organizada, juventud (cuatro ramas).
Los compañeros me mostraron una forma de comunicarse por fuera de los aparatos, fortaleciendo el pensamiento con una militancia desconocida en otros tiempos: la 5@ Rama.
El movimiento bloguero que sale y dice, propone, discute, da la pelea cultural en ambientes restringidos, artesanalmente, casa por casa, contra los arsenales mediáticos.
Pasen y vean
Raúl Guevara

sábado, 10 de abril de 2010

La compu... ¿Soluciona algo?


Vamos a poner el debate en el ámbito pedagógico.
Hasta ahora veía que nos corrían por izquierda los que se oponen a que cada pobre acceda a una computadora y se escondían en discursos distributibos de riquezas que los gobiernos no tienen.
En mi país, Argentina, la última gran incorporación masiva de tecnología educativa en escuelas para pobres, que llegó a todas las aulas, sean urbanas, suburbanas o rurales se dío entre 1945 y 1955. La oposición de los sectores medios y altos fue cerrada porque suponía un gasto inútil que no garantizaría mejoras.
Rápidamente languideció después de 1955, de la mano de dictaduras y gobiernos títeres del imperio y hoy se ha perdido completamente.
Todavía puede verse a algún docente nostálgico que la adquiere de su propio bolsillo y la socializa generosamente en las escuelas públicas.
Pero esa incorporación masiva no favoreció ni el individualismo ni el colectivismo. ¡Sería muy liviano afirmarlo! Sin embargo aquellos niños pobres tuvieron acceso y también los maestros. Algunos hasta aprendieron o enseñaron mejor (sólo algunos).
Ninguno de los problemas, existentes entonces, pudo resolverse con esa tecnología. ¡Y ya se sabía a ciencia cierta desde los treinta! Sin embargo aquellos niños pobres tuvieron acceso y también los maestros.
Aquella tecnología no podía resolver cómo trasmitir nociones vinculadas a indecibilidad, incompletitud, o complejidad, mucho menos de la mano de maestros que -con o sin ella- tampoco lo resolverían, rascaron donde no picaba. Sin embargo aquellos niños pobres tuvieron acceso y también los maestros.
La apuesta política (de Política Educativa) fue experimentar con todo el universo, no con experiencias pilotos que se diluyen con el cambio de gobierno y jamás se evalúan. Si había un acierto debía de ser masivo, todos se beneficiarían. Si había un error no habría un grupo de condenados (maestros y alumnos), sino un masivo grupo de responsables: unos por equivocar el
diagnóstico y otros por incompetentes para llevar a cabo la tranformación esperada.
Una vez más se demostraría que la tecnología per se no generaría cambios positivos en la formación de los niños.
No hay reforma posible si los docentes no la tomamos como propia. Al cerrar la puerta del aula somos nosotros los responsables de reproducir los modelos de exclusión, de analfabetismo funcional, de desesperanza o, por el contrario, reformular la educación esperanzada, utilizando todos los medios a nuestro alcance para buscar la equidad que sólo algunos procuran cada día y que muchos sólo enuncian "pour la galerie".
Por eso hago mi apuesta fuerte a los docentes, al compromiso con una educación que vaya en el sentido de la inclusión digital, que es la democratización del acceso a las tecnologías de la información y la comunicación -TIC- para permitir que todos los niños pobres también accedan a la sociedad de la información. Para que haya inclusión digital, es necesario que se tenga acceso a un computador y/o laptop, acceso a internet y conocer su uso, se precisa saber qué hacer con estas tecnologías.
Esto es imposible sin maestros que asuman su lugar junto a su pueblo, como actores esenciales en la transformación de la sociedad.
¿Es una inocente mirada pedagógica la que se opone a que todos accedan? ¡Sería muy liviano afirmarlo! No fue cierto lo de "el fin de las ideologías" y queda demostrado en la oposición cerrada a que los pobres accedan, esa ideología está muy activa.
De todos modos la computadora es una simple herramienta que los hijos de los explotadores tienen hace tiempo. Los hijos de los oprimidos sólo accederán (OLPC mediante)a su utilizacion, no a la programación ni al diseño de hardware. ¿Por qué tanto temor de clase?
Si la herramienta no permite que nuestros niños, históricamente excluidos, digan su propia palabra, habrá fracasado. Como ocurrió con aquella tecnología incorporada en la década 45-55 del Siglo XX.
Por cierto, esa tecnología masiva a la que me referí y que hemos perdido, era la tiza de color.

Cordiales saludos
Raúl Guevara

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